ElcirculodeViena

ElcirculodeViena

Sonntag, 31. Juli 2016

Germán Espinosa (1938 - 2007)





Melancolía

Yo amo las secas hojas que en las tardes
grises del otoño nievan en mi alma ;
yo amo las mustias flores
que se volatilizan en la nada
sombría del otoño.
Mi memoria
es un ave nostálgica ;
es un ave nostálgica que gira,
cual mariposa blanca,
en la nada profunda del ensueño.

Montag, 11. Juli 2016


Borges

El laberinto


Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan. He olvidado
los hombres que antes fui; sigo el odiado
camino de monótonas paredes
que es mi destino. Rectas galerías
que se curvan en círculos secretos
al cabo de los años. Parapetos
que ha agrietado la usura de los días.
En el pálido polvo he descifrado
rastros que temo. El aire me ha traído
en las cóncavas tardes un bramido
o el eco de un bramido desolado.
Sé que en la sombra hay Otro, cuya suerte
es fatigar las largas soledades
que tejen y destejen este Hades
y ansiar mi sangre y devorar mi muerte.
Nos buscamos los dos. Ojalá fuera
éste el último día de la espera.


De: Elogio de la sombra

Sonntag, 15. Mai 2016

POESIA

Poesía
perdóname por
haberte ayudado
a comprender
que no estás hecha
sólo de palabras 1
y perdóname por haberte
ayudado a comprender
que también estás en la calle
al pie de las bronceadas
estatuas por la lluvia y el sol
en la luna llena que posee
como un demonio a los gatos
y los poetas, en un río dulcemente
inerme como el follaje en los
patios en verano, en la lluvia
que acodado en la ventana miras
mientras desnuda una mujer fuma
en el lecho, en una calle olorosa
del mercado de frutas, hierbas
y pescado, en los árboles que bajo
su sombra se besan eternos y amorosos
los amantes y arrecia el viento
como la tarde sobre los tejados
de la ciudad tórrida, en la noche
bohemia de vino, dulzura y música
en la página blanca abierta
como muslos y, a veces

también en el poema.

Donnerstag, 12. Mai 2016

Lautremont



Vosotros, los que me miráis, alejaos de mí, pues mi aliento exhala un hálito emponzoñado. Nadie ha visto aún las arrugas verdes de mi frente, ni los huesos que sobresalen de mi rostro descarnado, semejantes a las espinas de un gran pez o a las rocas que ocultan las orillas del mar o las abruptas montañas alpinas que tan a menudo recorría cuando tenía sobre mi cabeza cabellos de otro color. Y cuando vago alrededor de las viviendas de los hombres, durante las noches de tormenta, con los ojos ardientes, con los cabellos flagelados por los vientos tempestuosos, aislado como una piedra en medio del camino, cubro mi cara marchita con un trozo de terciopelo negro como el hollín que colma el interior de las chimeneas: no es necesario que los ojos sean testigos de la fealdad que el Ser supremo, con una sonrisa de odio poderoso, ha puesto sobre mí. Cada mañana, cuando el sol se levanta para los demás, esparciendo la alegría y el calor saludable por toda la naturaleza, mientras ninguno de mis rasgos se mueve, mirando fijamente el espacio repleto de tinieblas, acurrucado en el fondo de mi amada caverna, con una desesperación que me embriaga como el vino, hago jirones mi pecho con mis poderosas manos. Sin embargo, siento que no estoy atacado de rabia. Sin embargo, siento que no soy el único que sufre. Sin embargo, siento que respiro. Como un condenado que pronto ha de subir al cadalso y ejercita sus músculos mientras reflexiona en su suerte, de pie, sobre mi lecho de paja, con los ojos cerrados, giro lentamente mi cuello de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, durante horas enteras, sin caer muerto.



Samstag, 23. April 2016



Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...

Y ahora ociosa y abollada va en el rucio la armadura,
y va ocioso el caballero, sin peto y sin espaldar...
va cargado de amargura...
que allá encontró sepultura
su amoroso batallar...
va cargado de amargura...
que allá "quedó su ventura"en la playa de Barcino, frente al mar...

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...
va cargado de amargura...
va, vencido, el caballero de retorno a su lugar.

Cuántas veces, Don Quijote, por esa misma llanura
en horas de desaliento así te miro pasar...
y cuántas veces te grito: Hazme un sitio en tu montura
y llévame a tu lugar;
hazme un sitio en tu montura
caballero derrotado,
hazme un sitio en tu montura
que yo también voy cargado
de amargura
y no puedo batallar.

Ponme a la grupa contigo,
caballero del honor,
ponme a la grupa contigoy llévame a ser contigo
pastor.

Por la manchega llanura
se vuelve a ver la figura
de Don Quijote pasar...


León Felipe, Vencidos..., de Versos y oraciones de caminante