Los robots en la antigüedad




La imaginación de nuestros tiempos ha sido conmovida por una estimulante sucesión de robots fabricados por el hombre: computadores ultrarrápidos, aviones sin piloto, satélites artificiales, máquinas que traducen y hablan, fábricas enteras que funcionan automáticamente. La palabra robot se encuentra emparentada con la palabra gótica arbi: herencia y también con la palabra gótica arbaiths : trabajo, faena, pena, apuro. Una palabra alemana afín es Arbeit: trabajo, y la equivalente en eslavo antiguo es rabota; dn checo y en polaco, robota: servidumbre, trabajo forzado. Véase, Eric Partridge, Origins, Londres, Routledge and Kegan Paul.

Hefaistos, el dios deforme, es servido por asistentas de oro que se asemejan a “jóvenes doncellas vivas, dotadas de inteligencia y de sabiduría” y fabrica trípodes móviles para la sala de los banquentes divinos; dichas asistentas se trasladan además, por sí mismas, hasta los lugares que se les señalan y luego regresan de la misma manera. Cuando Hera lo encuentra bañado en sudor y moviéndose en torno de los fuelles.