En los grabados de Goya portan las pesadillas
de un artista. Revolotean a su alrededor
susurrando secretas cosas
pero nunca lo despiertan.
Indecibles placeres aparecen
sobre sus humanos rostros.Los cuerpos de estos pájaros
semejantes a creaturas son negros y aferrados a la oscuridad
como semillas que nunca florecen.
Son como espíritus encadenados,
ciegos , crueles, guiados por sus deseos.
Se cuelgan algunas veces arriba o debajo de las ramas
lastimosos como muertas hojas.
Mas en otras historias, cuelgan
en húmedas cuevas
y emergen en el crepúsculo
indagando por comida o por dar a luz
y luego desaparecer revoloteando.
Acecharan a un sonámbulo.
arrebatándole la tea de sus manos
para morir
o ahuyentaran a un merodeante lobo
y entonces descenderán silenciosamente a través del valle.
Y si un niño no puede dormir en la noche
es que un murcielago
está cerca susurando su destino
y eludiendo los cansados ojos nocturnos de un vigilante.
uno, dos, tres murciélagos,
pobres y sin hogar, ¿cómo deberia traernos
riqueza? La cambiante luna los ha despojado de
sus plumas y sus horribles y anónimos.
Sus duros corazones me dejan frio,
pero en el atardecer de un verano
cuando pasaba por mi viejo hogar vi a los niños jugar
mientras los murciélagos se ajitaban sobre sus cabezas;
el crepusculo
El vuelo diabólico
poemas de vampiros u murciélagos
Editorial Trilce Editores. Colombia, 1999.
Selección Guillermo Martinez González
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